miércoles

Siguen desapareciendo cuchillos de la alacena.

Todo tipo de cuchillos, no solamente los de cocina.
Mi navaja hace bastante que no la veo...
Al igual que tres de mis sacapuntas.
Lo curioso del caso es que la gran mayoría de los utensilios aparentemente evanescentes de mi cocina retornan a manos mías la mañana ulterior a su noctámbula ausencia con los asideros cubiertos de un humus negro y seco.

Todo comenzó hace poco más de un mes, cuando mi madre apareció en la ventana de mi habitación que da al balcón con la radiante sonrisa de quien ha triunfado y muere por presumir. "Mirá lo que rescaté", me dice, y señala muy orgullosamente al extraño mutante que descansa dentro del platón de frío mármol, "¿Te acordás? Estaba tirada allá en el fondo medio muerta, se ve que el sol la estaba haciendo pelota..."
Mejor la hubieras dejado ahí, pensé en contestarle, pero estaba tan emocionada con la pequeña abominación que decidí no pincharle su burbuja.
"Ah.. Que lindo..."
"¿Me hacés un favor?" se va hasta la cocina y de ahí me grita "¿No le das un vasito de agua?"
"Hmm... Sí ma..."
Agua... ¿Pero que más quisiera yo que dejarla morir deshidratada?

El Fondo guarda para mí toda clase de misterios y encantos. Cuando un tiempo atrás mi viejo y yo solíamos hacer crecer nísperos y ciruelas en el pedacito de parcela cultivable, siempre nos encontrábamos con alguna ramita, hojitas y retoños nuevos que salían de ningún lugar sin que nadie los hubiera regado, plantado y/o invocado. La tierra de esa parcela tenía tanta vitalidad en sí, que una vez que se vio en posesión de una de mis figuritas de acción coleccionables de Pocahontas (el día del funeral de John Smith, después de haber sido decapitado por el Power Ranger Verde), jamás la volví a ver. Después, con el correr de los años y la creciente necesidad de mi hermano por cometer las peores blasfemias e injurias (entre las que incurría buscar un camino alternativo a China embarrando el patio del Fondo recién baldeado en el proceso) mi vieja se vio en la imperiosa necesidad de enlosar la parcela, y todo vestigio de verde vida se perdió entonces para siempre.
Era de esperarse entonces que los orígenes de la abominable permanecieran un misterio para mí desde el día en que apareció al lado de la ventana de mi antigua habitación en la casa del Fondo. Empezó como un yuyo molesto en una grieta juto al lavadero, y poco a poco fue dando frutos de pura malevolencia y evidente despecho ante el mundo. Sus hojitas verdes se colaban por doquier y atraían todo tipo de bichitos raros, gracias a uno de esos bichitos me caí de una ventana una triste noche durante una navideña celebración de cristiandad, y terminé recibiendo visitas en el hospital porque me quebré un brazo y tuve que usar un yeso incómodo las siguientes seis semanas. Así es que Potus (porque eso era: un triste y despreciable potus) y yo desarrollamos cierto resentimiento mutuo, un odio recíproco que no era evidente sino entre nosotras, pero que crecía por dentro alimentado por la sed de venganza como una flor en plena fotosíntesis.
El día que nos mudamos a la casa de arriba estuve feliz de alejarme de Potus y de poder dormir a más de dos metros de las hojitas hostiles que le hacen de manos. Y ni hablar del día en que mi vieja decidió que tiraríamos abajo la antigua casa para ampliar el (mágico) Fondo. Por alguna razón se decidió que mi viejo cuartito quedase en pie, y aún entonces creí haberme librado de ella para siempre. Hacía años ya que la había relegado a un rincón olvidado de mi mente... sin embargo, en ese mismo momento me veía en la tremenda -no, catastrófica obligación de darle un vasito de agua...
Potus ha florecido y permanece ahora en mi balcón, a escasos metros de mi cama. El único obstáculo que nos separa es este descuajeringado mosquitero que ese albañil berreta no supo colocar con la propiedad que corresponde. Me gustaría decir que forjamos un pacto de convivencia, no obstante he visto trasladarse de un sitio a otro durante las noches la sombra maquiavélica
de las hojitas, acompañadas siempre de un constante murmullo lleno de despecho y profundo reproche. La he visto espiarme (o así supongo, porque no veo sus ojitos, probablemente ocultos entre la maleza de su promiscua malignidad), he intentado deshacerme de ella pero siempre regresa a mí. Es como un boomerang. Mi madre no me cree, mi familia no me cree, mi gato no me cree (y eso que él es de la CIA, pero shh! Usted no sabe nada)... No me queda más que apelar a Usted, mi buen amigo.
Créame, conozco a Potus. Yo sé que está tramando algo. Sé que tiene claros sus objetivos. Sé que van a llamarme neurótica... Y , sé que suena a título de telenovela mejicana producida en Venezuela con actores colombianos que hablan mal portugués, subtitulada en chileno y financiada por Crónica TV... pero créame, no le miento:
Mi planta quiere asesinarme.

Así es que si algún día dejo de escribirle porque amanezco muerta, o mejor dicho, directamente no amanezco, ya tienen a su principal sospechosa.

Mientras tanto, seguirán desapareciendo cuchillos de la alacena.

5 comentarios:

Rumpelstiltskin dijo...

Yo te creo, yo te creo.

offtopicL http://i46.photobucket.com/albums/f115/Rumpelstiltskin22/firmakawaii.jpg

Anónimo dijo...

Pero...pero...pero...!

El potus es la criatura más adorable del planeta!!! Podrías decir lo mismo de las orquídeas, los malvones, y los abogados, pero... potus?

Son... criaturas tiernas, como pikachu o kirbie, con un toque de verde y estaticidad!

Yo tengo un potus en mi casa, es como la hermanita que nunca tuve!
Y para colmo no necesita cuidados, hace más de tres años que no lo riego, y sigue todo verdecito y contento!

Aguante el potus inmortal!!!

P.D: A qué no adivina quien soy? (No sé como poner el nombre fuera del mensaje, después te tengo que preguntar...

Bye!

Lechuza dijo...

Gracias Rumpel, sabía que alguien iba a confiar en mí <=) Me encantó como quedó la firma.. (¿Esa font es la que creo que es?) ¿Qué dijo Marshmellow?

Anónimo: es Kirby, no kirbie; Pikachu NO es tierno, es una rata fea con hepatitis; y usted NO puede no haberse tomado el trabajo de seleccionar la opción OTROS en Identidad para poner su nombre, cabeza de cuarzo. ¬¬

Rumpelstiltskin dijo...

Post Conjunto:
(insertar onomatopeya de risa)
Si, esa es la font que crees que es y el señor marshmellow se encargo de convencerme para que no quitase las hojas.

El dibujo marco un nuevo nivel en mi escala de cuteness. Respecto al post dudo que un potus sepa empuñar un cuchillo pero tiene otras formas mucho mas letales y sigilosas para cargarse a alguien, dormi con un ojo abierto

trust me

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.