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sábado

Cuelgue

Ethaer-tut-ethaer
sentidosinsentidos

¿Cuál es el sentido del universo?
Ethaer-tut-ethaer: es el Universo mismo.
¿Cuál es el sentido de la existencia?
Ethaer-tut-ethaer: es la Existencia misma.

Ethaer-tut-ethaer, repetía Sama-Eiichi. Ethaer-tut-ethaer, repito yo en mi (in)conciencia.
Los Aremórica saben todo lo que sé yo, todo lo que yo sé. Porque son más parte de mí que todo. Yo sola soy más parte de mí que todo. Lo demás, lo demás nada importa. Son proyecciones de lo que detesto. De mí misma. (Están ahí, y no se irán, pero) mejor afuera que adentro.

[Aunque algunas se me escaparon de casualidad, y hasta hace relativamente poco me di cuenta]

Ethaer-tut-ethaer, el sentido sin sentido. Los que leemos obod, como Sama-Eiichi o (lo que es lo mismo) yo, lo abreviamos en Tres sílabas.

E-T-Er.
Éter.
Eternidad.

En la eternidad, el tiempo es por sí mismo y en sí mismo, un círculo. Debido a que dentro de la eternidad, el tiempo es la eternidad. Se funde, pero sin dejar de ser. Por sí mismo, y en sí mismo.

Un sinsentido. Tal vez el más grandioso, precisamente porque la eternidad no es eterna sino en función del Retorno, y el tiempo sencillamente no existe.

Son aquellas cosas verdaderamente importantes las que precisamente carecen de sentido. Son las más difíciles de entender, porque el conocimiento es aprendido y se basa en el sentido; pero también son las más sencillas de comprender, porque la sabiduría es innata y se basa precisamente en lo que a simple vista es desconocido. Y es desconocido en realidad, porque no se puede aprender. Porque no tiene sentido.

Como el Tetris, o el Columns, o el Pacman.
O el laboratorio 54 de la Confederación de Inos.

Siguen siendo las 2:24.

2:24

Son las 2:24 de la madrugada de un viernes y tengo muchas cosas que decir. Por ejemplo esto. Y todo lo demás no importa.

lunes

Ñ

La Ñ es genial.
Las pocas palabras que encabeza son las que le dan vida al mundo.

Como los ñoquis.
A mi me gustan mucho los ñoquis. A pesar de que acá los como una sola vez al mes, y cada cuatro febreros.

O los ñoños.
Sin ñoños (ni machetes) no sé qué habría sido de mi vida escolar. Y probablemente de la vida escolar de muchos otros que no me interesan.

O el ñu.
Ese caballito con cara de toro. (?)
Que flash de animalito...

En fin.

La Ñ hace la diferencia entre el alfabeto nuestro y el inglés. Nosotros tenemos 24, que al revés es 42, y algún día leeré The Hitchhiker's Guide to the Galaxy para saber qué es lo reelevante de esto.


Hay una que otra existencia que de vez en cuando agitan el aire al pasar: de la humanidad en decadencia, ese fenómeno al que yo me refiero simplemente como La Gente, y que los pintoistas llaman gente pijita. Su sociedad, que imita a la de los Humanos, es una sociedad fracaso sin Ñ, que se compone de seniores, senioras, y ninios, y por ahí también de gnus, gnoquis o gnognos.

La Ñ no se degenera. Sigue siendo genial.
GeÑal.

miseria

mi saber es este . es mirar a las estrellas, y reirme de ellas . muy altas . muy brillantes . muy serenas . pequeñas . ajenos a ellas, el brillo y el deseo mismo de brillar . reflejan . reflejos .

de noche, de noche salen a imitar . de día, de día se esconden . huyen, humilladas . no le han podido igualar .

y escribo.

R e f l ejo$oje l f e R

y observo . observo . cómo todo se funde .

las nubes salen . les ayudan . opacan la verguenza de su derrota . a veces también consiguen su cénit, y se roban un pedacito de cielo .

mi meta ahora, la meta inmediata, es ver cómo salimos al sol . y cómo nos ocultamos .

costumbre

tengo la costumbre de dejar la puerta abierta

para ver quién llega y quién se va.

cuando están muy lejos ya no importa, cuando están muy cerca tampoco .






nada se altera si todo vuelve .

miércoles

Despropósito

Soy un ser extraño a este mundo, que a la vez es el mundo mismo.
Soy un ente capaz de todo, de todo lo que no deseo.
Soy un dios en busca del poder, que es mi templanza y es mi conciencia.
Soy un algo inconsciente de toda realidad, que posee total conciencia del ensueño.
Soy un conjunto de moléculas y energía con una etiqueta social, que no me pertenece
Porque en realidad soy alma, y soy entereza.
Y soy aquel que, en ser uno,
es todos,
es Todo.

Soy...
un autor tedioso, que no sabe hablar con el viento.




Soy un trasgo benevolente,
que siente que exterminando gente,
se devuelve la vida
a vuestra humanidad,
Y desde mi feliz soledad
-mundo perverso
ya sin salida,
¡Que la palabra sus letras esgrima,
y remate este, mi verso,
a costa de cruel su rima!
|MdM|

sábado

oda a las papitas


Yo conozco un señor
de cabeza redonda
y bigotes prominentes
que esconden una sonrisa,
bajo sus ojitos de arroz

Señor
que desde hace muchos muchos años
se vende muy paquete
alto y delgado cual poste de luz
(o quizas no tan alto)

Señor
que a pesar de su salada apariencia,
vendía más que el helado
Largo tiempo lleva desaparecido
¿se lo habrá llevado la competencia,
que no le veo por ningún lado?


(es preocupante...)

(...)


Pero ha vuelto,
mi señor,
Le han soltado!
(o así dicen)
Que le ha visto morar mi madre
en equis supermercado

martes

algo grande



Sólo por esta vez, me gustaría escribir algo grande.





Algo.





Ah, la libertè..


Liberación




Una va por la calle
y no puede evitar preguntarse
qué diablos pasa con la gente

Por qué le miran raro,
¡oh, oh mirad, mirad!
¡un grillo de tres patas! (?)
¿Acaso molesto?

Una va por la calle
y siente que todos los demas
son unos idiotas

Que no entienden
que el día en que todos dejen
de mirar con cara de HUH??
y empiecen a cantar en medio de la calle,
(y esta ley se aplica con o sin mp4)
ese día

ocurrirá la liberación




jueves

Basta



¡basta!


no me busques

no te acerques

no quiero ver
ni escapar

nunca más

Ya no más
Sólo yo
en mi mundo





Me gusta mi soledad






miércoles

Canta per me ne addio,
quel dolce suono
de' passati giorni
mi sempre rammenta
La vita dell'amore
dilette del cor mio
O felice, tu anima mia
canta addagio
...
Tempra la cetra e canta
il inno di morte
A noi si schiude il ciel
volano al raggio
La vita dell'amore
dilette del cor mio
o felice, tu anima mia
canta addio

...
la vita dell'amore
o dilette del cor mio

Siguen desapareciendo cuchillos de la alacena.

Todo tipo de cuchillos, no solamente los de cocina.
Mi navaja hace bastante que no la veo...
Al igual que tres de mis sacapuntas.
Lo curioso del caso es que la gran mayoría de los utensilios aparentemente evanescentes de mi cocina retornan a manos mías la mañana ulterior a su noctámbula ausencia con los asideros cubiertos de un humus negro y seco.

Todo comenzó hace poco más de un mes, cuando mi madre apareció en la ventana de mi habitación que da al balcón con la radiante sonrisa de quien ha triunfado y muere por presumir. "Mirá lo que rescaté", me dice, y señala muy orgullosamente al extraño mutante que descansa dentro del platón de frío mármol, "¿Te acordás? Estaba tirada allá en el fondo medio muerta, se ve que el sol la estaba haciendo pelota..."
Mejor la hubieras dejado ahí, pensé en contestarle, pero estaba tan emocionada con la pequeña abominación que decidí no pincharle su burbuja.
"Ah.. Que lindo..."
"¿Me hacés un favor?" se va hasta la cocina y de ahí me grita "¿No le das un vasito de agua?"
"Hmm... Sí ma..."
Agua... ¿Pero que más quisiera yo que dejarla morir deshidratada?

El Fondo guarda para mí toda clase de misterios y encantos. Cuando un tiempo atrás mi viejo y yo solíamos hacer crecer nísperos y ciruelas en el pedacito de parcela cultivable, siempre nos encontrábamos con alguna ramita, hojitas y retoños nuevos que salían de ningún lugar sin que nadie los hubiera regado, plantado y/o invocado. La tierra de esa parcela tenía tanta vitalidad en sí, que una vez que se vio en posesión de una de mis figuritas de acción coleccionables de Pocahontas (el día del funeral de John Smith, después de haber sido decapitado por el Power Ranger Verde), jamás la volví a ver. Después, con el correr de los años y la creciente necesidad de mi hermano por cometer las peores blasfemias e injurias (entre las que incurría buscar un camino alternativo a China embarrando el patio del Fondo recién baldeado en el proceso) mi vieja se vio en la imperiosa necesidad de enlosar la parcela, y todo vestigio de verde vida se perdió entonces para siempre.
Era de esperarse entonces que los orígenes de la abominable permanecieran un misterio para mí desde el día en que apareció al lado de la ventana de mi antigua habitación en la casa del Fondo. Empezó como un yuyo molesto en una grieta juto al lavadero, y poco a poco fue dando frutos de pura malevolencia y evidente despecho ante el mundo. Sus hojitas verdes se colaban por doquier y atraían todo tipo de bichitos raros, gracias a uno de esos bichitos me caí de una ventana una triste noche durante una navideña celebración de cristiandad, y terminé recibiendo visitas en el hospital porque me quebré un brazo y tuve que usar un yeso incómodo las siguientes seis semanas. Así es que Potus (porque eso era: un triste y despreciable potus) y yo desarrollamos cierto resentimiento mutuo, un odio recíproco que no era evidente sino entre nosotras, pero que crecía por dentro alimentado por la sed de venganza como una flor en plena fotosíntesis.
El día que nos mudamos a la casa de arriba estuve feliz de alejarme de Potus y de poder dormir a más de dos metros de las hojitas hostiles que le hacen de manos. Y ni hablar del día en que mi vieja decidió que tiraríamos abajo la antigua casa para ampliar el (mágico) Fondo. Por alguna razón se decidió que mi viejo cuartito quedase en pie, y aún entonces creí haberme librado de ella para siempre. Hacía años ya que la había relegado a un rincón olvidado de mi mente... sin embargo, en ese mismo momento me veía en la tremenda -no, catastrófica obligación de darle un vasito de agua...
Potus ha florecido y permanece ahora en mi balcón, a escasos metros de mi cama. El único obstáculo que nos separa es este descuajeringado mosquitero que ese albañil berreta no supo colocar con la propiedad que corresponde. Me gustaría decir que forjamos un pacto de convivencia, no obstante he visto trasladarse de un sitio a otro durante las noches la sombra maquiavélica
de las hojitas, acompañadas siempre de un constante murmullo lleno de despecho y profundo reproche. La he visto espiarme (o así supongo, porque no veo sus ojitos, probablemente ocultos entre la maleza de su promiscua malignidad), he intentado deshacerme de ella pero siempre regresa a mí. Es como un boomerang. Mi madre no me cree, mi familia no me cree, mi gato no me cree (y eso que él es de la CIA, pero shh! Usted no sabe nada)... No me queda más que apelar a Usted, mi buen amigo.
Créame, conozco a Potus. Yo sé que está tramando algo. Sé que tiene claros sus objetivos. Sé que van a llamarme neurótica... Y , sé que suena a título de telenovela mejicana producida en Venezuela con actores colombianos que hablan mal portugués, subtitulada en chileno y financiada por Crónica TV... pero créame, no le miento:
Mi planta quiere asesinarme.

Así es que si algún día dejo de escribirle porque amanezco muerta, o mejor dicho, directamente no amanezco, ya tienen a su principal sospechosa.

Mientras tanto, seguirán desapareciendo cuchillos de la alacena.

viernes

Quién sabe Alicia éste país
no estuvo hecho porque sí.
Te vas a ir, vas a salir
pero te quedas,
¿dónde más vas a ir?
Y es que aquí, sabes
el trabalenguas traba lenguas
el asesino te asesina
y es mucho para ti.
Se acabó ese juego que te hacía feliz.
No cuentes lo que viste en los jardines, el sueño acabó.
Ya no hay morsas ni
tortugas

Un río de cabezas aplastadas por el mismo pie
/ juegan cricket bajo la luna / Estamos en la tierra de nadie, pero es mía / Los inocentes son los culpables, dice su señoría, / el Rey de espadas. / No cuentes lo que hay detrás de aquel espejo, / no tendrás poder / ni abogados, ni testigos. / Enciende los candiles que los brujos / piensan en volver / a nublarnos el camino. / Estamos en la tierra de todos, en la vida. / Sobre el pasado y sobre el futuro, / ruinas sobre ruinas, / querida Alicia. / Se acabó ese juego que te hacía feliz.

Serú Girán, Canción de Alicia en el País

En esto resultan las clases con Papaiani =.='

En una palabra ¿Qué quiere decir ser importante en la vida?
Dinerome dice uno: Práctico y superficial, pienso, cristiano del materialismo, voluntarioso esparcidor de la escoria que venera la humanidad.
Famacontesta el otro: Fracasado, con ansias de ser respetado por un mundo en el que, si de vacío y torpe se trata, ya debería de ser rey. Me dan ganas de escupírselos en las horribles máscaras que llevan por cara, pero trato de ser civilizada y no rebajarme a sus niveles. Apreto los dientes y retengo la ira en dos puños fuertemente cerrados que tiemblan por aplastar los cerebros tan asquerosamente contaminados.
¿Y si no los tengo qué?
Ninguno contesta. Se miran entre ellos tratando de parecer sorprendidos por mi pregunta, tan inocente a sus oídos, sin notar que la falsa incertidumbre no pasa desapercibida a mis ojos, y que ante mí no es más que sonrisas macabras llenas de burla y espantosa pena. Deduzco lo que piensan. Y sé que, en sus pequeñas mentes ignorantes, no me equivocaría.
El concepto, su concepto, es tan simple como eso:
No merezco vivir.
Pienso entonces ¿cómo lo sé? ¿Cómo puedo saber lo que piensan? ¿Por qué me resultan tan predecibles? La respuesta es una sola.
Soy parte de ellos.
Me aborrezco.

El artista puede vivir menospreciandose a sí mismo. Es parte de su razón de ser, está en revisar las obras, mirarlas desde todos y cada uno de los ángulos, más que nada desde los peores, en eso consisten el mejoramiento de su arte y su crecimiento interior.
Mi pregunta es ¿por qué el resto del mundo vive de menospreciar al artista...?
Común realidad 1: si vos misma no te respetás, ¿cómo esperás que los demás lo hagan? -
se llama "baja autoestima"
Común realidad 2: si los demás no me respetan, ¿cómo puedo respetarme yo? -
se llama "echar la culpa a..."
Retorno a la común realidad 1. -se llama "Círculo vicioso." Ahora probemos afuera.
Común Yo: Por empezar, si voy a enfrentar una realidad quiero que sea la mía y no la de otros. Que seguramente, esos otros se desvivieron, y se deshicieron los sesos, y los desparramaron por la pared, y valdearon el piso con ellos para descubrirla.
Y todo para que un montón de masas sin juicio se apropien de ellas y se sientan con todo el derecho de utilizarlas como si fuesen eslogan de publicidad barata.
Por eso he aquí que completo: ¿Por qué la gente vive de menospreciar al artista... si se vale de su arte para sobrevivir en un mundo en el que la mitad de los cobardes habitantes tienen miedo de expresarse porque la otra mitad, todavía más cobarde, los oprime y censura? ¿Qué clase de autómata mal configurado no distingue la realidad que hay ante sus ojos sin tener que valerse de la televisión, la radio, internet... de la opinión ajena? ¿Es más cómodo? Siempre es más cómodo que te digan qué pensar, qué opinar, qué hacer... ¿pero después qué? Somos parte de una generación contradictoria que se peléa con los padres sobreprotectores que no dejan crecer a los hijos mientras permite que los medios se conviertan en formadores de opiniones que son las peores, no por ser malas, sino por no ser nuestras. Pregunto entonces ¿Hacia dónde nos dirigimos?
Una sola palabra brota, vaga e inaudible, desde lo más profundo.
Auxilio.
Inconcientemente, casi sin pensar, sin querer, sin creer, siento que me ahogo en un océano de inexpresión y estupidez colectiva (con el perdón de la palabra), en el que la gente sigue escribiendo llendo en lugar de yendo, rompido en lugar roto, y destrozando el idioma haciendo, no uso, sino explotación exhaustiva e indiscriminada de diminutivos idiotas y de neologismos inútiles que la mayoría de las veces resultan incomprensibles. Y lo peor de todo es que puede llegar a volverse contagioso.
Así es, me considero parte de esta secta de esos maquiavélicos asesinos de la Sagrada Palabra Escrita. Asumo mi responsabilidad, admito que soy un ser mediatizado, un autómata mal programado, soy toda esa basura que aborrezco y sobre la que vomito. Me he dado cuenta un poco tarde, pensarán. No, les digo, siempre lo supe. Lo que pasa es que, conciente o inconcientemente, supongo que no quería darme cuenta. Es una gran cadena: Soy parte de lo cotidiano, lo cotidiano apesta, yo apesto porque soy
parte de lo cotidiano, y así por toda la eternidad, o por lo menos hasta que me decida a salirme del círculo. Todos podemos decir basta. Lo dificil es querer hacerlo.

Todo esto tiene su origen en que fráncamente me molesta que me quieran mandar a hacer un curso de literatura con la única excusa de que "si querés llegar a ser alguien importante en el medio tenés que tener una formación". Sí, tiene que ver. Simplemente porque No quiero llegar a ser "alguien importante en el medio", es más ni siquiera quiero ser alguien del medio: censuren al medio, o dejen que siga formando zombis autómatas. No soy parte de eso. Lo único que quiero (dios me libre) es Escribir.
Y aunque no me gusta citar ni repetir conceptos, supongo que estoy de acuerdo con el ideal de mi buena Kya, que es morir poéticamente de hambre.

¡Así que déjenme ser, che!

jueves

So yeah, I forgot. ^-^

Estamos a Jueves y me decidí a entrar. Sólo pasaba. Entonces vi la fecha de mi último post y dije ¡¡OMG!!
No, no es la única razón que me mueve a escribir algo hoy.
Ayer tuvimos nuestra primera clase del año con >>ovación<< Pilar Papaiani.
>>brutos aplausos<< >>y más ovaciones<<
Es lejos una de las mejores profesoras del colegio, por lo tanto merece una mención especial en mi espacio --no, no soy una chupamedias. Lo sería si me la pasara diciéndoselo en la cara (de lo que generalmente se encarga FeR), en vez de admirarla secretamente. No obstante tampoco es esta la razón que me mueve a escribir hoy.
La razón en particular, es que hace un rato me acordé del cuento que tuve que inventar cuando rendí mi examen de 5to año en la CIBA.* En distintas ocasiones varios profesores me han cuestionado los derechos de autor de mis historias; esta no fue una excepción, afortunadamente logré convencerle de su legitimidad antes de que mis amigas saltaran sobre su cuello, y es que en realidad -si bien admito que la técnica que Dullbene denomina copypasteo (Sí Ana, pegate un tiro que mi profesora de filosofía habla igual que Yesica XD) está ciertamente muy difundida en la sociedad- considero que un profesor no tiene derecho de decir esto no es tuyo si no está seguro ni tiene bases que fundamenten lo que afirma. En primer lugar, porque el alumno puede llegar a sentir que menosprecian su arte, ergo, que le menosprecian. ¿Por qué un chico/adolescente no pudo haber escrito eso? ¿Hay acaso una línea, un límite, una edad determinada a partir de la cual un buen escritor puede considerarse como tal?
En segundo lugar, acusar de plagio a alguien es algo serio. El plagio es ilegal y está penado por la ley (si no lo está, debería) por algo existe el © y los derechos de autor.
Por otro lado están los copypasteos artísticos, los que no se quedan con lo que copian tal y como está, sino que se preocupan por analizar su contenido y agregar su marca personal, clichè, frases, sinónimos, Ctrl+N/K/Ss, y un infinito número de etc. Nunca está de más aclarar que sigue siendo plagio, aunque con un toque de creatividad que es digna de admirarse si logra hacer que el plagio pase desapercibido.
No estoy criticando el derecho a la duda de los mayores. Símplemente les pido un poco de consideración, porque todos tenemos sentimientos y todos podemos sentirnos afectados por este menosprecio a la cultura adolescente, que no hace más que buscar formas y formas de expresarse. Estoy segura de que es inevitable que alguien diga siempre yo he leido esto en otra parte, siento que se debe a que vivimos en un mundo tan globalizado que a veces parece que ya todo está inventado, que todo está dicho.
Por poner un ejemplo me veré obligada a citar a Flaubert (1821-1880) cuando dijo que "La belleza se convertirá quizás en un sentimiento inútil para la humanidad y el arte será algo que se situará a la mitad del camino entre el álgebra y la música ". Y en la segunda década del siglo XX, de la mano de Cèzanne y Seurat nacía el Arte Abstracto, en estricta oposición al común Impresionismo. De la misma forma sé que si sigo intentando, algún día algo nuevo va a tener que surgir. Mientras espero que ese día llegue, me ocuparé de pulir mis habilidades como escritora. Me crean o no me crean.
Para cerrar, acá dejo uno de los cuentos (traducido, por supuesto), extracto poco fiable de mi vaga memoria. Me gustaría ver comments que opinen sobre si realmente es parecido a la historia de "Los Otros" -quienes hayan visto la película- de hecho esta fue la única excusa de la que el examinador supo valerse en su evidente esfuerzo por contrarrestar mi nota.

*Cultural Inglesa de Buenos Aires

"Esa noche cuando Colbert Morrison salió del departamento a dar su acostumbrado paseo nocturno a la luz de los carteles de neón, no tenía idea de que iba a morir una muerte tan desagradable, tan cargada de penurias y abatimiento -más moral que físico.
Había escuchado, no sabría decir donde ni de boca de quién, que estaba un poco trastornado. Sólo recuerdo que me dio mucha pena enterarme.
¿Lo conocía? Eso es algo que ahora tampoco sé decir. Es verdad, empero, que fuimos muy unidos en tiempos universitarios; si bien nuestra amistad se basaba en la confianza ciega en el otro, básicamente durante los exámenes, fueron muy pocas las veces que no nos resultó como queríamos. No obstante, después de que por cuestiones de salud me mudase yo a Suiza, perdimos todo contacto y nos distanciamos inevitablemente.
No sé por qué, decidí volver. Y no mucho después de llegar lo encontré de casualidad, sentado en la barra del Ye Olde London, más sombrío y deprimente que nunca. Comencé a frecuentar el lugar y allí estaba siempre, como esperando su triste final. Creo, dando lugar a dudas, que un par de veces me miró sin verme. Miró a través de mi, su trance despiadado probablemente inducido por la bebida separándole del mundo sin dejar lugar ni brecha a lo que le rodeaba.
Supe que había salido en libertad condicional. Inconcebible, después de haber acribillado a balazos a su esposa e hija. Siempre fue muy obsesivo, y su carrera como anatomista de la morgue había estado peligrando desde que se encontró el cuerpo de un enfermero en uno de los cajones del "archivero". Como dije, estaba algo trastornado. Sin embargo, después de tres años y dos semanas en el psiquiátrico se le dio de alta por "buena conducta", que aquí es claro sinónimo de "gran soborno a las autoridades no-tan-competentes".
Esa noche era el aniversario de la matanza. Había bebido más de lo usual, y como siempre no me animé a intentar entablar conversación por miedo a que llevara una pistola oculta en el cinto y diese lugar a otra masacre. Salió del Ye Olde y se encaminó al cruce peatonal más próximo de Old Bailey, justo en la esquina.
Sentí un indescriptible impulso de salir tras él, y así lo hice -junto con alguien a quien no vi sino hasta que estuve en medio de la acera. Su escueta figura era pequeña y escuálida, no pasaría de los cinco años.. y a pesar de la oscuridad, él la vio también.
El alma se le salió del cuerpo cuando intentó cruzar en su intento por huir despavorido: el camión lo despedazó en cuestión de segundos.
Casi podría jurar que le oí gritar. Casi. Y le hubiese advertido, si no fuera porque los sonidos se distorcionan de este lado de la muerte.
Tomé entonces a la niña de la mano y supe el por qué de mi tardío regreso. Ella me miró con los ojos vacíos y simplemente sonrió, feliz de encontrar a un igual que guiara su espíritu hacia el calor protector de la Luz, y de vuelta a los brazos de su madre -igual que aquella vez, tirste vez, su última noche."