Alzó la vista. En el momento en que se disponía descargar el golpe definitivo, aquel que marcaría el final de su vida o lo incapacitaría por siempre, Maese Tirador enterró el filo de su espada en el seno de la tierra arrancándo un desgarrador grito a todos los dioses del Abismo
"It is my sacred duty to save you soul from the Gods of Chaos... and I will save your soul, even if you die in the process."
"It is my sacred duty to save you soul from the Gods of Chaos... and I will save your soul, even if you die in the process."
El familiar perfume del azufre le golpeó rostro obligándole a abrir los ojos. Su primera visión fue la del Reverendo Rakhisim levantando el cáliz con ambas manos por sobre su cabeza y vertiendo tres chorros de sangre que se fundieron junto con el acero. La mezcla adquirió por un par de segundos un color cobrizo, y la orejuda cabeza de TwillyDim asomó curiosa por el hueco de la caldera.
-Oooh- suspiró -Kjarduj..
-¿Qué cosa?
-Es.. es.. la Grandeza..-aspiró profundamente una bocanada del grueso humo y sus grandes ojos amarillos se llenaron de profundo deleite -Ooh síii.. ¿sientes? ¿sientes ahora?
Un ademán ligero bastó para sacarse al pequeño bicharraco de encima. Perverso, Rakhisim lo observaba muy sonriente del otro lado de la cortina de humo. De pronto, y con toda la paz del mundo, sumergió las manos en el metal fundido y con un aullido de dolor extrajo una buena porción a la que metódicamente fue dando la forma de la cabeza y el cuerpo de un knut. El metal enfrió a una velocidad endemoniada.
-El fuego del infierno que arde sin dejar rastro- acotó TwillyDim delirante de gozo. Otro manotazo lo devolvió al suelo, y Girklash observó como las manos de Rakhisim se desprendían de las muñecas. Esta vez no gritó; la pregunta inquietante era si por ausencia de dolor o de cordura. Más probablemente lo segundo, respuesta que atribuyó a la mueca desdentada que pretendía ser una sonrisa.
TwillyDim volvió a soltar otra de sus onomatopeyas de absurda admiración y se ganó una suerte de patada en el hocico. Él le arrebató el knut al Reverendo, y sosteniéndolo a una distancia prudente lo analizó con toda la profunda aversión y desconfianza que ameritaban ambos creador y creación. Finalmente, decidiendo que un arma infernal nunca es tan destructora como la mano que la porta, se lo colgó al hombro casi escupiendo un gruñido que sonó a maldito brujo loco
-Más te vale que sirva.-rugió- Si me entero de que me hiciste perder el tiempo...
-Cuando sepas lo que yo sé- interrumpió el desdentado y se dejó caer entre las mantas con una sonrisa aún más perversa -me matarás de todas formas. Así que no hagas planes de antemano, -se miró las muñecas cercenadas y soltó una carcajada - ese es negocio mío. Sólo ocúpate de lo que tienes que hacer, que yo me ocuparé de ayudarte, así me procuraré una vida más larga mientras pueda.
Evidentemente se creía muy gracioso.
-¡Twilly!-bufó dando media vuelta y tirandose la capucha sobre la cabeza. El duendecillo volvió a procurarse inmediatamente ese irritante disfraz de humano petiso y regordete que por poco le devino en otro golpe en la nariz. Rakhisim los observó marcharse y gritó en la distancia.
-¡Adelante, ve! ¡Sálvanos a todos! ¡Y muere por tu causa! ¡Muere, que la oscuridad eterna es lo único que les depara! ¡a tí y a tu inmunda raza! ¡Desgraciado!- reía- ¡Desgraciado!
A Girklash Orka no le interesaba ser un héroe, ni se suponía que lo fuera. Lo único que lo movía era el profundo odio casi resentido hacia Tirador. Se alejó a trancos pretendiendo ignorarlo, con Twilly pisándole los talones, sabiendo que su falta de paciencia pronto devendría en un ataque colérico que le haría volar la cabeza del primero que se cruzara en su camino.
-Imbécil- murmuró. TwillyDim tuvo que correr para alcanzarlo.
-¿Lo matamos? ¿eh? ¿eh? ¿lo matamos? ¿sí? ¡sisisisisisi!
-No.-gruñó apretando los puños- Ya está empezando a pudrirse. Con suerte pronto comenzarán a comérselo los gusanos.
-¡Oye! ¡oye Girklash! ¿Dónde vamos? ¿eh? ¿dónde? ¡dimedimedimedime!
-Hay que traerle a ese tal Cronofás. Por lo que dijo debería estar en el cubil de los escarabajos.
-¡¿C-Cronofás?! ¡Nya! ¡Estás loco! ¡Ni pienses que me acercaré..! ¡No a los Escarabajos! ¡Los Escarabajos se comen a los dopkalfar! ¡los Escarabajos me comerán! ¡Girklash me comerán!
Girklash se detuvo en seco y lo alzó por el albornoz. El rostro de aquel hombrecillo le era repulsivo.
-Entonces quédate- advirtió enseñando los colmillos. Twilly se cubrió el rostro con las manos y comenzó a temblar como gelatina- Y ya quítate ese maldito disfraz. Pareces un idiota.
-¡Ya, ya! ¡me lo quito! ¡me lo quito!-Oooh- suspiró -Kjarduj..
-¿Qué cosa?
-Es.. es.. la Grandeza..-aspiró profundamente una bocanada del grueso humo y sus grandes ojos amarillos se llenaron de profundo deleite -Ooh síii.. ¿sientes? ¿sientes ahora?
Un ademán ligero bastó para sacarse al pequeño bicharraco de encima. Perverso, Rakhisim lo observaba muy sonriente del otro lado de la cortina de humo. De pronto, y con toda la paz del mundo, sumergió las manos en el metal fundido y con un aullido de dolor extrajo una buena porción a la que metódicamente fue dando la forma de la cabeza y el cuerpo de un knut. El metal enfrió a una velocidad endemoniada.
-El fuego del infierno que arde sin dejar rastro- acotó TwillyDim delirante de gozo. Otro manotazo lo devolvió al suelo, y Girklash observó como las manos de Rakhisim se desprendían de las muñecas. Esta vez no gritó; la pregunta inquietante era si por ausencia de dolor o de cordura. Más probablemente lo segundo, respuesta que atribuyó a la mueca desdentada que pretendía ser una sonrisa.
TwillyDim volvió a soltar otra de sus onomatopeyas de absurda admiración y se ganó una suerte de patada en el hocico. Él le arrebató el knut al Reverendo, y sosteniéndolo a una distancia prudente lo analizó con toda la profunda aversión y desconfianza que ameritaban ambos creador y creación. Finalmente, decidiendo que un arma infernal nunca es tan destructora como la mano que la porta, se lo colgó al hombro casi escupiendo un gruñido que sonó a maldito brujo loco
-Más te vale que sirva.-rugió- Si me entero de que me hiciste perder el tiempo...
-Cuando sepas lo que yo sé- interrumpió el desdentado y se dejó caer entre las mantas con una sonrisa aún más perversa -me matarás de todas formas. Así que no hagas planes de antemano, -se miró las muñecas cercenadas y soltó una carcajada - ese es negocio mío. Sólo ocúpate de lo que tienes que hacer, que yo me ocuparé de ayudarte, así me procuraré una vida más larga mientras pueda.
Evidentemente se creía muy gracioso.
-¡Twilly!-bufó dando media vuelta y tirandose la capucha sobre la cabeza. El duendecillo volvió a procurarse inmediatamente ese irritante disfraz de humano petiso y regordete que por poco le devino en otro golpe en la nariz. Rakhisim los observó marcharse y gritó en la distancia.
-¡Adelante, ve! ¡Sálvanos a todos! ¡Y muere por tu causa! ¡Muere, que la oscuridad eterna es lo único que les depara! ¡a tí y a tu inmunda raza! ¡Desgraciado!- reía- ¡Desgraciado!
A Girklash Orka no le interesaba ser un héroe, ni se suponía que lo fuera. Lo único que lo movía era el profundo odio casi resentido hacia Tirador. Se alejó a trancos pretendiendo ignorarlo, con Twilly pisándole los talones, sabiendo que su falta de paciencia pronto devendría en un ataque colérico que le haría volar la cabeza del primero que se cruzara en su camino.
-Imbécil- murmuró. TwillyDim tuvo que correr para alcanzarlo.
-¿Lo matamos? ¿eh? ¿eh? ¿lo matamos? ¿sí? ¡sisisisisisi!
-No.-gruñó apretando los puños- Ya está empezando a pudrirse. Con suerte pronto comenzarán a comérselo los gusanos.
-¡Oye! ¡oye Girklash! ¿Dónde vamos? ¿eh? ¿dónde? ¡dimedimedimedime!
-Hay que traerle a ese tal Cronofás. Por lo que dijo debería estar en el cubil de los escarabajos.
-¡¿C-Cronofás?! ¡Nya! ¡Estás loco! ¡Ni pienses que me acercaré..! ¡No a los Escarabajos! ¡Los Escarabajos se comen a los dopkalfar! ¡los Escarabajos me comerán! ¡Girklash me comerán!
Girklash se detuvo en seco y lo alzó por el albornoz. El rostro de aquel hombrecillo le era repulsivo.
-Entonces quédate- advirtió enseñando los colmillos. Twilly se cubrió el rostro con las manos y comenzó a temblar como gelatina- Y ya quítate ese maldito disfraz. Pareces un idiota.
5 comentarios:
Dado que me dijiste que podía escribir preguntas sobre lo que no entendía, voy a proceder con ello:
Qué es un dopkalfar?
Y además...
Esta bien escrito (Como siempre) pero aún así sería mucho mejor que se sepa el contexto, no?
Please!
Un dopkalfar es un elfo/duende oscuro, cosa que me he cansado de repetir en varias ocasiones (sí, lo repetí en varias ocasiones) Twilly es un bicho feo petiso con orejas gigantes y nariz aplastada, imaginate la fusión de Bartok y Gollum y listo. Contexto no hay, ahí reside el suspenso, basta con entender que Orka es un orco y que Rakhisim se está cayendo a pedazos, razón por la cual nos recuerda mucho a Rasputín O.O
Tu originalidad nominal se esta yendo por el caño. A pesar de eso el texto esta lindo.
btw: ¿El Rasputín legendario o el Rasputín de película?
Porque el legendario no sé cayó a pedazos. Tenía un pene ENORME, además necesitaron envenenarlo, golpearlo, arrancarle el corazón y arrojarlo al rio para que muera.
hablamos de bartok, hablamos del señor filme. y precisamente el del filme es el que se cae a pedazos, no?
Exacto.
Pero yo quería hablar del legendario Rasputín y que alguien dijese OMG o similares.
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