Hay veces en que uno se pregunta por qué las cosas no salen como uno quiere. Este iba a ser precisamente uno de esos días, pero no escogió preguntarse por qué. Hacia años que procuraba no hacerlo. La sola idea de que algo que no pudo ser, bien podría haber sido, de haber seguido un rumbo alterno, de haber cuando menos intentado influir en el curso de las cosas... esa sola idea era paralizante. El forzarse a pensar en cosas positivas le había costado al principio, pero poco a poco se iba acostumbrando al cambio: al cambio de no querer cambiar las cosas.
Las cosas que fueron, por las que pudieron ser.
Este iba a ser precisamente uno de esos días...
Lo supo en cuanto se levantó de la cama y encontró la taza de café frío abandonada en la mesada junto a un par de fotos viejas.
'No ha sido un sueño' dice para sus adentros.
Y lo repite en voz alta. Dos, tres, cuatro, cinco veces...Y se acobija entre las sábanas esperando volver a dormir.
'No ha sido un sueño', insiste, entre pastilla y pastilla.
Y se levanta, una eternidad después. Se levanta, y vuelve a la cocina.
'Tal vez ahora...'
Y esta vez el niño está allí, sentado donde siempre. Lo llama, y él le sonríe.
'Todo ha sido un sueño. Y seguira siéndolo, a partir de ahora.'
No hay comentarios:
Publicar un comentario