Sacrificio

¿Qué hacer?
Ahora que soy alguien diferente, ¿qué hacer?

Pasaron muchos años sin que me importase. Muchos años sin saber por qué te soñé... tantas veces.
El sello lo ha dicho todo, pero aún no recuerdo... casi nada.
Pequeñas cosas, tal vez. Como el reflejo de tu mirada en mi pupila, o el terror que me invadía cuando me susurrabas al oído.

Mejor dicho, a ella.
A ella, que no sentía. A ella, que no entendía. Que no lo merecía, que sólo sentía envidia.
Y ahora, que no he cambiado, pero soy diferente, pretendes no verme.

Siento envidia.

¿Qué hacer?
He aquí: Recordar.
Volvería al pasado si pudiera. Pero no puedo.
Seré hoy, pues, quien tú quieras que yo sea. Entonces ya no importará que uses su nombre para evocar mi recuerdo.
Sólo recuérdame el tuyo.

Ya no importa, si me dices Alicia.