miércoles

etcétera

La mayor utopía en donde todos somos únicos y cada quién tiene su rol esencial. No, en serio. Me rio de los idealistas. Nadie es indispensable. Todos somos reemplazables porque el mundo es por excelencia el ser más resiliente y el dia que dejemos de existir, va a seguir funcionando porque es el único con suficiente tiempo y paciencia para analizarse a sí mismo y entender enseguida qué es lo que le hace falta y qué es lo que está de más. Si querés podés consolarte pensando que va a haber una tuerca menos, y capaz se pierde un poco el balance. Pero tarde o temprano el balance se restituye y empiezan a aparecer nuevos becerros de oro. El universo es impermeable, como nosotros. ¿Ves? Ni siquiera dios es indispensable.


Soy fatalista porque soy yo y elijo pensar libremente y ahora por fin puedo decir lo que se me antoja. Como cualquier profeta. Como ese al que si negás o cuestionás sos una salvaje. No es realismo. El realismo no existe si no es de acuerdo a la perspectiva de cada quién. Si en algo estamos completamente de acuerdo es en que nunca vamos a estar competamente de acuerdo en nada más.




Me cansé. Me aburrí. Me voy. Son las 3:48 y casi no queda nada por hacer. Despertate, que otra vez te dejaron sola. Como siempre. Y no me busques a menos que sea importante.

No hay comentarios: